HORA DE DORMIR CON MATHIAS
La hora del sueño toda una rutina, Mathias tiene una forma especial para dormir, no es como me decían los demás toma su leche, se le hace votar el gasecito y listo a dormir, dulces sueños.
Él no, él toma su leche con una desesperación única como si alguien le quisiera quitar el biberón, me mira fijamente a los ojos mientras que con una de sus manitos golpea el biberón y yo debo de tratar de evitar que se le salga de la boca por los golpes, una vez terminada la leche me aseguro de que su babero este bien puesto para que no se moje su ropa por si se le sale un poco de leche al votar el chanchito, si hay suerte el gasecito sale rápido y sino a darle pequeños golpecitos en la parte baja de la espalda, para que salga el gas ya sea por arriba o por abajo, una vez conseguido el objetivo me sonríe y comienza a mover sus piernecitas como si quisiera correr, le gusta jugar con los juguetes que tiene o con las sonajas, así puede estar unos quince minutos hasta que se aburre y ahí yo tengo que ingeniármela para entretenerlo, le pongo música, lo hago bailar, le muevo sus bracitos, sus manitos, sus piernitas mientras él se ríe a carcajadas, luego de unos largos minutos por no decir horas, comienza a pasar sus manos por su carita, síntoma de que ya el sueño lo comienza a molestar, es ahí donde lo abrigo bien con su brazada , lo cargo y le comienzo a cantar, le cuesta agarrar rápido el sueño, por lo que hay que mecerlo un poco, le gustan los movimientos fuertes y rápidos de arriba abajo y de un lado a otro, cuando ya está por dormir, hace pequeños ruidos con su boca como si estuviera dando besitos, hasta que logra dormirse, lo acomodo en su cuna y lo dejo dormir, hasta cuando el hambre lo vuelva a despertar y empiece de nuevo la hora de dormir.
Patricia